petauro del azúcar

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martes, 25 de septiembre de 2012

Hamster

El hámster dorado o sirio puede medir cerca de 15 cm, es originario de Siria. Su pelaje más habitual es de un tono marrón claro, aunque a veces son de pelaje amarillo claro, pero en las tiendas de animales puede recibir nombres muy diversos según su coloración. Existen algunas variedades de la especie con distintos rasgos, como un pelo más largo, que puede llegar a varios cm y suele requerir cuidados especiales. Los hámsteres dorados son muy territoriales, y suelen pelearse hasta la muerte si se mantienen en una misma jaula con otros miembros de su especie. Una vez llegados a la edad adulta les gusta jugar con la rueda.
Otros hámsteres muy empleados como mascotas son las cuatro especies de hámster enano. El más común de los cuatro es el hámster ruso enano. Se suele confundir con el hámster enano de Campbell, de aspecto similar aunque ligeramente más pequeño; ambos tienen la mitad del tamaño del hámster dorado. El hámster invernal recibe su nombre a causa de los cambios de color de su pelaje: normalmente de un tono grisáceo durante el invierno, cuando la luz solar se reduce a ocho horas diarias o menos, el hámster invernal cambia el color de su pelaje a un tono blanco casi uniforme.
El tercer hámster enano es el hámster Roborovski, de tan sólo 4 o 5 cm y extremadamente hiperactivo. Su pelaje es de color café. El cuarto es el llamado hámster chino, el único hámster con una cola prensil, que suele medir unos 4 cm (la mayoría de los hámsteres tienen colas muy cortas y no prensiles). El tamaño y su aspecto general más similar al de un ratón hacen que su pertenencia real o no al género Phodopus esté sujeta a debate.
El hámster de campo europeo es el de mayor tamaño de todos, mide entre 20 y 35 centímetros de largo, con una cola que oscila entre 2 y 5 centímetros de longitud, siendo ocasionalmente una plaga en los valles europeos en la antigüedad, en los que aún se halla en estado salvaje .

Hámsteres como mascotas

El cuidado de todos los hámsteres como mascotas es fundamentalmente similar, pero hay diferencias en la alimentación y las necesidades de alojamiento. Los hámsteres enanos son muy territoriales y sociables, no es preferible tenerlos en jaulas junto con otros hámsteres. Sean del mismo género o no. Los hámsteres dorados, sin embargo, son extremadamente territoriales y pelearán con cualquier otro hámster que viva en la misma jaula, llegando incluso a matarse entre ellos. Los hámsteres chinos pueden alojarse en parejas o grupos, pero requieren una jaula relativamente espaciosa para poder vivir pacíficamente. Aunque son de naturaleza muy plácida, las hembras de hámster chino tienden a volverse agresivas con cualquier macho que comparta la misma jaula cuando están preñadas.
Los hámsteres son animales nocturnos por naturaleza, lo que los convierte en malas mascotas para niños pequeños, en el sentido de que los períodos de actividad de unos y otros no coinciden. Mucha gente los prefiere a las ratas como animal doméstico, principalmente por la mala imagen y reputación de estas últimas. Al contrario que las ratas, los hámsteres no son especialmente buenos aprendiendo trucos, pero puede ser entretenido jugar con ellos y observarles. También son mucho más pequeños que los Conejillos de indias, aunque igual de sociables, y por tanto son una buena solución para hogares con limitaciones de espacio.
El hámster dorado es con diferencia el más popular como mascota. En algunos países el hámster de Campbell es más popular que el blanco invernal, mientras que en otros, sobre todo europeos, es al contrario. Las especies china y de Roborovski son más difíciles de criar en cautividad, por lo que suelen estar disponibles únicamente en criadores especializados y grandes cadenas de tiendas de animales; son los tipos de hámster menos comunes como mascotas.
Los hámsteres son mascotas muy populares en la mayoría de países del mundo, con la excepción de Australia y Nueva Zelanda, donde su importación está prohibida. Ambos países tienen reglas muy estrictas sobre la importación de especies, y suelen prohibir la entrada de cualquiera con una tasa de reproducción demasiado alta, ya que en caso de escaparse ejemplares, la falta de depredadores naturales podría hacer que formasen enormes comunidades en libertad, interfiriendo con la ecología local y convirtiéndose en plagas para la agricultura y la fauna local, como ya ocurrió con los conejos.