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viernes, 20 de julio de 2012

Variedades de color de chinchillas domésticas


Gris o estándar Es el más habitual de los colores y el que normalmente se encuentra en los comercios. Presenta el patrón agutí. Como su nombre indica es de color gris. Se reconocen diversas tonalidades, de modo que podemos encontrar desde ejemplares muy claros a ejemplares muy oscuros. La zona ventral es de color gris muy claro hasta blanco. Tienen los ojos de color oscuro.

Beige Las chinchillas beiges que se encuentran casi exclusivamente en el mercado son las portadoras de la mutación Tower Beige, que es una mutación dominante del color gris estándar. Esta mutación está acompañada de la presencia de ojos rojos, por lo que en todas las chinchillas en las que esté presente tendrán esta característica. El aspecto externo es diferente dependiendo de que la mutación esté presente en uno o en los dos alelos, por eso diferenciamos dos tipos de chinchillas beiges. ■ Heterocigóticas: su color va de un crema ligero a un beige oscuro. Los ojos son de color granate intenso.



■ Homocigóticas: de color beige varias tonalidades más clara que la heterocigótica. El color de los ojos es rosado.

                                                  

Blanca Existen diversas mutaciones que hacen que el animal sea blanco. El albinismo, por ejemplo, produce chinchillas intensamente blancas. Sin embargo son extremadamente infrecuentes. Cuando nos referimos a las chinchillas blancas, lo hacemos generalmente a las blancas Wilson. Estas chinchillas se caracterizan por tener los ojos oscuros y las orejas pigmentadas de color gris. Tanto la zona ventral como las patas son de color blanco. Aunque no sea visible en ocasiones, el patrón agutí está presente. El gen responsable de este color tiene dos particularidades. La primera es que es un factor letal, lo que quiere decir que no existen chinchillas homocigóticas para este gen. Todos los embriones que tengan los dos alelos iguales mueren y son reabsorbidos, por lo que no tiene ningún sentido cruzar dos chinchillas portadoras de este gen ya que lo único que se consigue es una reducción de su fertilidad. La segunda particularidad de este gen es que no siempre muestra una dominancia completa. En realidad se trata de un gen diferente al que codifica para el color “principal”. Se trata de un gen modulador del color. Cuando nos referimos a este tipo de chinchillas estamos dando por sentado que el color base es el gris, ya que si fuese otro, el aspecto externo sería distinto. Todo lo dicho anteriormente quiere decir que con los mismos genes podemos encontrarnos con chinchillas de aspecto bien diferente. De hecho, se ha clasificado a las chinchillas de este color en tres variantes dependiendo del color resultante.


■ Blancas: aquellas que no tienen rastro de color gris en el pelo o que tienen un ligero tono grisáceo en la banda inferior del pelo.









■ Mosaico gris: las chinchillas mosaico son aquellas que tienen zonas definidas de color más o menos extensas en medio de una capa uniformemente blanca. Las zonas de color pueden ser grises, que es lo normal, pero también pueden ser beiges, violetas, ébano, etc. En este caso las zonas de color son grises.


                                  


■ Plateadas o silver: aquellas que tienen coloreado uniformemente un pequeño trozo de la punta del pelo, de modo que la apariencia general es grisácea. La base del pelo es de color blanco. Existen tonalidades diversas, desde casi blancas a gris oscuro. A veces presentan pequeñas manchas de color gris en el cuerpo o la cola.


                                                 


Pink white o blancas rosadas Estas chinchillas son color blanco y tienen las orejas y las almohadillas rosas. Proceden del cruce de una chinchilla beige y una blanca Wilson. Debido a la dominancia incompleta del gen blanco Wilson podemos encontrarnos con diferentes aspectos externos: ■ Pink white heterocigóticas: son blancas o de un color champán muy claro con un ligero tono beige en la banda inferior del pelo. Los ojos son de color granate.


                                              

■ Pink white homocigóticas: se obtienen de cruzar una chinchilla pink white heterozigótica con una chinchilla beige. Se caracterizan por portar dos genes beige. Se diferencian de las más habituales heterocigóticas en el color más pálido de los ojos y en que el pelo es absolutamente blanco.

                                           


■ Mosaico beige: aquellas que tienen zonas definidas de color beige en medio de una capa uniformemente blanca.






Albaricoque o apricot: aquellas que tienen sólo coloreada uniformemente de color beige la punta del pelo. El resto del pelo es blanco.

                        


Ebano o ebonyEl carácter ébano se muestra como una igualdad de coloración de la barriga respecto al resto del cuerpo, que se oscurece de forma uniforme. La transmisión genética de este color no ha sido explicada de un modo suficientemente claro. Una hipótesis1 habla de que es un gen codominante, de manera que los homocigóticos son muy oscuros casi negros mientras que los heterocigóticos son de un color gris oscuro con la barriga de color gris. La Mutation Chinchilla Breeders Association define a este gen en su libro "Basic Genetics and History of Mutation Chinchillas" como un gen acumulativo parcialmente dominante2. Lo que en términos genéticos se podría traducir como gen modulador codominante. En esencia no se trataría de un gen de color sino de un gen que modificaría la expresión de los genes de color (al estilo del gen terciopelo). Los animales heterocigóticos modificarían la expresión del color "base" de un modo intermedio, mientras que los homocigóticos producirían una modificación intensa. Por tanto, las chichillas ébano serían chinchillas grises que además portarían uno o dos alelos ebony. Las diferencias de color que se pueden apreciar entre los ejemplares heterocigóticos, o entre los homocigóticos, se explicaría por la progresiva selección de animales cada vez más oscuros. La tercera hipótesis, muy frecuentemente formulada en muchas páginas y foros de Internet, defiende que el color ébano está determinado simultáneamente por varios genes. En cuantos más genes estuviese presente la mutación, más oscuro sería el pelaje de la chinchilla.
En cualquier caso, podemos diferenciar varios tipos de chinchillas ébano. En todas ellas el color de la zona ventral es igual al color del resto del cuerpo y los ojos, las orejas y las patas son oscuras. Se distinguen cuatro variedades de chinchillas ébano: light (claras), medium (oscuridad intermedia), dark (oscuras) y extradark (muy oscuras). Las chinchillas ébano claras e intermedias son de un color grisaceo más o menos oscuro y se corresponderían con los ejemplares heterocigóticos. Las chinchillas ébano oscuras y muy oscuras son de un color negro más o menos intenso y se corresponderían con los ejemplares homocigóticos.



                                         

Chocolate, pastel y tan Los tres colores son diversas intensidades de color de las chinchillas portadoras de los genes ébano y beige. Las más oscuras son las llamadas chocolate. Las intermedias se denominan pastel y las más claras son las tan (marrón claro en inglés). Estas chinchillas se caracterizan por ser enteramente de color marrón, incluida la barriga, por tener las orejas de color rosa y los ojos granate.


                                             


Terciopelo negro o black velvet Son las chinchillas grises portadoras del gen terciopelo. Este gen produce un oscurecimiento de la cabeza y de las extremidades. Además tiene el carácter de gen letal, por lo que no debería cruzarse con otros ejemplares portadores de este gen porque se vería todavía más disminuida la ya de por sí reducida fertilidad de esta variedad. En esencia, es similar a las grises salvo por el hecho de que la cabeza, la espalda, las orejas y las patas son de color negro.

                                             
Terciopelo marrón o brown velvet Estas chinchillas son similares a las beiges salvo por que la cabeza y la espalda son de color marrón oscuro. Las patas tienen bandas de color más oscuro. Los ojos son granates y las orejas rosas.

                                              

Terciopelo blanco o TOV white Estas chinchillas son el producto del cruce entre una terciopelo negro y una blanca Wilson. En estas chinchillas se dan las mismas variantes vistas para las blancas, con la diferencia de que la posible tonalidad gris presente estará influenciada por el gen terciopelo.

                                                   

TOV Todas las chinchillas portadoras del gen terciopelo se denominan TOV. En la siguiente fotografía se aprecia el aspecto de una chinchilla beige homocigótica TOV.


                                               

VioletaEl gen que determina la aparición de este color es recesivo. Las chinchillas que poseen en homocigosis este gen tienen un color gris pálido muy uniforme. La zona ventral es blanquecina. Las chinchillas portadoras de este gen son exactamente iguales que las grises.



PerlaEl color perla está determinado por l apresencia conjunta del color violeta junto con un gen beige. Estas chinchillas son de color beige claro, muy similar al de las chinchillas beige homocigóticas, con un tono violaceo. Tienen los ojos rojos y las orejas rosas. En una variedad sumamente infrecuente y somos el primer criador que ha conseguido un nacimiento de esta variedad en España.

                                   

Carboncillo o charcoalEl gen que determina la aparición de este color es recesivo. Las chinchillas que poseen en homocigosis este gen pueden tener un color desde el crema suave hasta el gris muy oscuro. Las chinchilla carboncillo oscuras son muy parecidas a las ébano oscuras, aunque su pelo no es tan sedoso ni brillante. Estas chinchillas son generalmente de menor tamaño y su pelaje no es tan poblado como el del resto de variedades.  


                                 

Alojamiento de la chinchilla doméstica



Al contrario de lo que se cita en la bibliografía, las jaulas para chinchillas no necesitan tener una base muy grande y poca altura. Algunos autores hablan de una anchura mínima de un metro. Esto es incorrecto y sólo hay que ver el comportamiento de las chinchillas para darse cuenta. En una jaula amplia con estantes a varios niveles de altura, el lugar donde menos tiempo permanecen es en el suelo. La verdad es que cada chinchilla encuentra más cómoda una altura que otra. Pero al suelo descienden sólo para orinar, beber y comer. Y estas dos últimas cosas si la bebida y la comida están a ese nivel, porque si están a cierta altura, sólo bajan para orinar. Las chinchillas de la fotografía inferior muestran sus preferencias por la parte más alta de su jaula.
Nuestro consejo es que se adquiera o se construya la jaula más grande posible. Hay que recordar que pasan la mayor parte del día encerradas, especialmente durante la noche que es cuando más activas están. Existen multitud de modelos excelentes en el mercado. Nuestra sugerencia es que tenga más altura que base y que disponga de estantes a varias alturas.
Aunque pueda parecer lo contrario, las chinchillas tienen bastante fuerza y una inteligencia bastante aguda a la hora de buscar la manera de escaparse de la jaula. Es importante observar si las puertas de la jaula tienen un cierre seguro. Si no lo tienen más vale poner algún tipo de mecanismo que las cierre perfectamente. Son muy útiles los candados pequeños o los mosquetones.

Cuando se fabrique uno mismo la jaula hay que tener la precaución de no utilizar ningún material tóxico. Si se utiliza madera hay que comprarla en bruto, sin ningún tipo de tratamiento anti-hongos o anti-termitas. Es preferible no pintar las rejillas o las mallas metálicas, ya que las chinchillas tienen la costumbre de roerlas. No hay pintura que se adhiera los suficientemente fuerte como para que no sean capaces de arrancarla. No deben emplearse pinturas anticorrosión (como el minio) ya que llevan plomo que es muy tóxico.

viernes, 30 de marzo de 2012

Manejo de la chinchilla doméstica



Las chinchillas son animales sumamente inquietos. Por esta razón es necesario que el propietario conozca cómo sostener, coger o sujetar a su mascota tras la finalización del paseo diario o ante la necesidad de inmovilizarla para, por ejemplo, administrarle un tratamiento veterinario.

 Es necesario destacar que conforme las chinchillas adquieran confianza con sus dueños los métodos serán más eficaces y la resistencia será menor.
 El estrés es el causante de que las chinchillas liberen mechones de pelo con facilidad, nunca se debe agarrar a un animal por su pelaje, ya que de lo contrario nos quedaríamos con éste en nuestras manos. Así mismo no es recomendable intentar poner al animal en decúbito supino (boca arriba) ya que se revolvería y podría lesionarse. Es importante evitar todo sufrimiento innecesario para la chinchilla. Por ello, los movimientos nunca deben ser bruscos y debemos aplicar la fuerza necesaria, invirtiendo el mínimo tiempo posible y dejando cuanto antes libre al animal.



 Podemos diferenciar dos métodos básicos para sujetar a una chinchilla:

Base de la cola: se debe agarrar firmemente la base de la cola con una mano, mientras la otra (o bien un brazo) debe servir de apoyo a las patas delanteras del animal.

Espalda contra nuestro pecho: con el animal de pie ponemos una de nuestras manos debajo de sus patas traseras, a la vez que presionamos su cola contra nuestro cuerpo. La mano libre la situamos alrededor de sus patas delanteras. En esta postura su espalda debe quedar pegada a nuestro pecho en todo su recorrido, por lo que el propietario debe ejercer una fuerza adecuada pero sin apretar demasiado dificultado la respiración de la chinchilla.

Sujetar a una chinchilla puede ser realmente complicado y estresante para la chinchilla y su propietario cuando es necesario administrarle cualquier tipo de medicación por vía oral o se debe forzar su alimentación con jeringuilla, a menos que se conozca la técnica adecuada de sujeción de la chinchilla y su cabeza. Describimos a continuación la técnica más sencilla y efectiva para conseguir esta sujeción. Para ello es necesario contar con la colaboración de dos personas. Una sujetará a la chinchilla de un modo similar al descrito anteriormente, mediante presión de la base de la cola contra su cuerpo con el canto interno de la mano izquierda. Esto permite ofrecer una base donde la chinchilla puede apoyar sus patas traseras y se ejerce suficiente presión para que la chinchilla no pueda saltar. La mano derecha se emplea para sujetar a la chinchilla por su parte superior. Nosotros hemos depurado la técnica sujetando las manos de la chinchilla mediante una pinza formada por los dedos índice y corazón de la mano derecha.

La otra persona se encargará de sujetar la cabeza con una mano y administrar la medicación o forzar la alimentación con la otra. Explicamos la técnica para los diestros. Los zurdos sólo tienen que cambiar mano derecha por izquierda y viceversa. Se sujeta la cabeza con la mano izquierda. Se colocan los dedos meñique y anular alrededor del cuello por detrás de las orejas y con los dedos índice y pulgar en forma de pinza se sujeta la boca de la chinchilla. De este modo sujetamos la cabeza de forma muy firme pero delicada. La mano derecha nos queda libre para administrar medicamentos o alimentación con la jeringa.

  Con este método se evita presionar la tráquea y los posibles mordiscos que pudiese intentar dar una chinchilla poco sociabilizada o asustada.

Como buenos herbívoros, las chinchillas no son animales agresivos. No debemos temer de ellas ataques ni comportamientos peligrosos para nuestra integridad física. Al contrario, sus reflejos de defensa son siempre de huída. Son animales a los que no les asusta la presencia humana siempre y cuando se les haya acostumbrado al trato con personas. Lo mismo ocurre con otras mascotas domésticas. Hay chinchillas que conviven perfectamente con perros y gatos. Incluso alguna ha llegado a invertir los papeles que ha repartido la naturaleza y se ha convertido en amistosa perseguidora de gatos. Cuando se junten chinchillas con otros animales debe hacerse bajo supervisión, ya que un ambiente tranquilo necesita sólo un segundo para convertirse en una tragedia. No deberían convivir distintas especies de roedores dentro de la misma jaula, aunque existan noticias de chinchillas que han convivido perfectamente con conejos, cobayas y hámsteres. En todo caso, deben convivir desde que son muy jóvenes y la jaula debe proveer espacio suficiente para todos los animales, por lo que debe ser grande y alta.



Haremos una breve descripción de los sustratos más fácilmente disponibles en el mercado en un orden de mayor a menor calidad.

Bloques de viruta prensada: se presentan en bolsas de entre 5 y 10 litros. Existen envases mayores que se pueden conseguir más difícilmente, pero que son económicamente más rentables. Tienen gran capacidad de absorción y se disgregan según van absorbiendo la orina. Cada bloque tiene el peso suficiente como para que las chinchillas no los tiren fuera de la jaula al moverse.

Copos de maíz: es un granulado desecado de mazorcas de maíz. Se presenta en bolsas de 10 litros. Tienen menor capacidad de absorción que los bloques y son de tamaño y peso bastante reducidos, por lo que con el movimiento de las chinchillas se sale de la jaula una cierta cantidad.

Viruta de madera: se presenta en envases prensados de 1 y 2’5 kilos. Quizá es el material más utilizado, debido a su menor precio, aunque hay opciones realmente más satisfactorias. No tiene demasiada capacidad absorbente y hay que renovar el sustrato bastante frecuentemente. Debido a su escaso peso las chinchillas al moverse tiran bastante cantidad fuera de la jaula.

En el suelo de la jaula debe situarse un refugio para que las chinchillas se escondan cuando lo deseen. Los mejores son los de madera, ya que son bastante pesados y firmes. Es difícil encontar refugios de calidad específicos para chinchillas. Hemos visto algunos hechos con trozos de corcho realmente bonitos, pero que brindan poca seguridad a una chinchilla que intente refugiarse en ellos. Por ello recomendamos los nidos para grandes psitácidas, ya que son fuertes y tienen una boca de entrada perfecta para el tamaño de una chinchilla adulta. Además tienen la entrada en un extremo de modo que el otro extremo del nido ofrece gran seguridad a las chinchillas. En el caso de que no sea posible disponer de uno de estos nidos, debido a su gran tamaño, se pueden utilizar los refugios de plástico específicos para roedores.


Nido de madera de gran tamaño pensado inicialmente para la cría de loros de gran tamaño
Nido de plástico especial para roedores

Existen multitud de modelos de comederos y bebederos. Los comederos generalmente están fabricados en acero, aunque hay modelos de plástico.

Puede utilizarse cualquiera siempre que se tenga en cuenta que queden sujetos firmemente a la jaula, que soporten el peso de una chinchilla y que se limpien diariamente. Si se escoge un comedero de plástico debe ser lo suficientemente duro como para que la chinchilla no lo roa.


Con los bebederos hay que tener especial cuidado de que los depósitos no queden al alcance de la boca de las chinchillas, ya que son verdaderas especialistas en romperlos. Los mejores son los de cristal, aunque es bastante infrecuente encontrarlos en los comercios. Normalmente se encuentran sólo los fabricados de plástico. Hay que intentar encontrar alguno que sea de plástico duro.

 Cuando haya crías hay que poner los comederos y los bebederos a su altura o si no les resultará imposible comer o beber.

Como ya hemos dicho, los comederos se limpiarán todos los días. Y debe limpiarse también la comida, ya que es bastante frecuente que haya excrementos ya que se suben a comer encima, e incluso dentro, de los comederos.


Los bebederos se limpiarán semanalmente. Se debe comprobar diariamente que funcionen perfectamente. Esto quiere decir que no estén obstruidos ni que goteen.

El último accesorio necesario es una “bañera” para chinchillas. Se venden algunas diseñadas específicamente para este fin. Constan de dos piezas de plástico. La inferior es el recipiente donde se coloca la arena y la superior es un marco con los bordes girados hacia el interior. Son verdaderamente útiles porque evitan que se salga la mayor parte de la arena con los movimientos de la chinchilla durante el baño. Existe todavía un modelo diseñado en forma de caseta y que es realmente más útil. La chinchilla se baña en el interior y apenas se desperdicia arena.

También pueden emplearse con este fin las bandejas de arena para gatos. Hay modelos de pequeño tamaño que son muy fáciles de conseguir. Como última opción, se puede utilizar cualquier recipiente plástico que sea profundo. Es importante asegurarse de que esté fabricado con plástico de uso alimentario, ya que así sabremos que no lleva ningún componente tóxico.