petauro del azúcar

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viernes, 30 de marzo de 2012

Manejo de la chinchilla doméstica



Las chinchillas son animales sumamente inquietos. Por esta razón es necesario que el propietario conozca cómo sostener, coger o sujetar a su mascota tras la finalización del paseo diario o ante la necesidad de inmovilizarla para, por ejemplo, administrarle un tratamiento veterinario.

 Es necesario destacar que conforme las chinchillas adquieran confianza con sus dueños los métodos serán más eficaces y la resistencia será menor.
 El estrés es el causante de que las chinchillas liberen mechones de pelo con facilidad, nunca se debe agarrar a un animal por su pelaje, ya que de lo contrario nos quedaríamos con éste en nuestras manos. Así mismo no es recomendable intentar poner al animal en decúbito supino (boca arriba) ya que se revolvería y podría lesionarse. Es importante evitar todo sufrimiento innecesario para la chinchilla. Por ello, los movimientos nunca deben ser bruscos y debemos aplicar la fuerza necesaria, invirtiendo el mínimo tiempo posible y dejando cuanto antes libre al animal.



 Podemos diferenciar dos métodos básicos para sujetar a una chinchilla:

Base de la cola: se debe agarrar firmemente la base de la cola con una mano, mientras la otra (o bien un brazo) debe servir de apoyo a las patas delanteras del animal.

Espalda contra nuestro pecho: con el animal de pie ponemos una de nuestras manos debajo de sus patas traseras, a la vez que presionamos su cola contra nuestro cuerpo. La mano libre la situamos alrededor de sus patas delanteras. En esta postura su espalda debe quedar pegada a nuestro pecho en todo su recorrido, por lo que el propietario debe ejercer una fuerza adecuada pero sin apretar demasiado dificultado la respiración de la chinchilla.

Sujetar a una chinchilla puede ser realmente complicado y estresante para la chinchilla y su propietario cuando es necesario administrarle cualquier tipo de medicación por vía oral o se debe forzar su alimentación con jeringuilla, a menos que se conozca la técnica adecuada de sujeción de la chinchilla y su cabeza. Describimos a continuación la técnica más sencilla y efectiva para conseguir esta sujeción. Para ello es necesario contar con la colaboración de dos personas. Una sujetará a la chinchilla de un modo similar al descrito anteriormente, mediante presión de la base de la cola contra su cuerpo con el canto interno de la mano izquierda. Esto permite ofrecer una base donde la chinchilla puede apoyar sus patas traseras y se ejerce suficiente presión para que la chinchilla no pueda saltar. La mano derecha se emplea para sujetar a la chinchilla por su parte superior. Nosotros hemos depurado la técnica sujetando las manos de la chinchilla mediante una pinza formada por los dedos índice y corazón de la mano derecha.

La otra persona se encargará de sujetar la cabeza con una mano y administrar la medicación o forzar la alimentación con la otra. Explicamos la técnica para los diestros. Los zurdos sólo tienen que cambiar mano derecha por izquierda y viceversa. Se sujeta la cabeza con la mano izquierda. Se colocan los dedos meñique y anular alrededor del cuello por detrás de las orejas y con los dedos índice y pulgar en forma de pinza se sujeta la boca de la chinchilla. De este modo sujetamos la cabeza de forma muy firme pero delicada. La mano derecha nos queda libre para administrar medicamentos o alimentación con la jeringa.

  Con este método se evita presionar la tráquea y los posibles mordiscos que pudiese intentar dar una chinchilla poco sociabilizada o asustada.

Como buenos herbívoros, las chinchillas no son animales agresivos. No debemos temer de ellas ataques ni comportamientos peligrosos para nuestra integridad física. Al contrario, sus reflejos de defensa son siempre de huída. Son animales a los que no les asusta la presencia humana siempre y cuando se les haya acostumbrado al trato con personas. Lo mismo ocurre con otras mascotas domésticas. Hay chinchillas que conviven perfectamente con perros y gatos. Incluso alguna ha llegado a invertir los papeles que ha repartido la naturaleza y se ha convertido en amistosa perseguidora de gatos. Cuando se junten chinchillas con otros animales debe hacerse bajo supervisión, ya que un ambiente tranquilo necesita sólo un segundo para convertirse en una tragedia. No deberían convivir distintas especies de roedores dentro de la misma jaula, aunque existan noticias de chinchillas que han convivido perfectamente con conejos, cobayas y hámsteres. En todo caso, deben convivir desde que son muy jóvenes y la jaula debe proveer espacio suficiente para todos los animales, por lo que debe ser grande y alta.



Haremos una breve descripción de los sustratos más fácilmente disponibles en el mercado en un orden de mayor a menor calidad.

Bloques de viruta prensada: se presentan en bolsas de entre 5 y 10 litros. Existen envases mayores que se pueden conseguir más difícilmente, pero que son económicamente más rentables. Tienen gran capacidad de absorción y se disgregan según van absorbiendo la orina. Cada bloque tiene el peso suficiente como para que las chinchillas no los tiren fuera de la jaula al moverse.

Copos de maíz: es un granulado desecado de mazorcas de maíz. Se presenta en bolsas de 10 litros. Tienen menor capacidad de absorción que los bloques y son de tamaño y peso bastante reducidos, por lo que con el movimiento de las chinchillas se sale de la jaula una cierta cantidad.

Viruta de madera: se presenta en envases prensados de 1 y 2’5 kilos. Quizá es el material más utilizado, debido a su menor precio, aunque hay opciones realmente más satisfactorias. No tiene demasiada capacidad absorbente y hay que renovar el sustrato bastante frecuentemente. Debido a su escaso peso las chinchillas al moverse tiran bastante cantidad fuera de la jaula.

En el suelo de la jaula debe situarse un refugio para que las chinchillas se escondan cuando lo deseen. Los mejores son los de madera, ya que son bastante pesados y firmes. Es difícil encontar refugios de calidad específicos para chinchillas. Hemos visto algunos hechos con trozos de corcho realmente bonitos, pero que brindan poca seguridad a una chinchilla que intente refugiarse en ellos. Por ello recomendamos los nidos para grandes psitácidas, ya que son fuertes y tienen una boca de entrada perfecta para el tamaño de una chinchilla adulta. Además tienen la entrada en un extremo de modo que el otro extremo del nido ofrece gran seguridad a las chinchillas. En el caso de que no sea posible disponer de uno de estos nidos, debido a su gran tamaño, se pueden utilizar los refugios de plástico específicos para roedores.


Nido de madera de gran tamaño pensado inicialmente para la cría de loros de gran tamaño
Nido de plástico especial para roedores

Existen multitud de modelos de comederos y bebederos. Los comederos generalmente están fabricados en acero, aunque hay modelos de plástico.

Puede utilizarse cualquiera siempre que se tenga en cuenta que queden sujetos firmemente a la jaula, que soporten el peso de una chinchilla y que se limpien diariamente. Si se escoge un comedero de plástico debe ser lo suficientemente duro como para que la chinchilla no lo roa.


Con los bebederos hay que tener especial cuidado de que los depósitos no queden al alcance de la boca de las chinchillas, ya que son verdaderas especialistas en romperlos. Los mejores son los de cristal, aunque es bastante infrecuente encontrarlos en los comercios. Normalmente se encuentran sólo los fabricados de plástico. Hay que intentar encontrar alguno que sea de plástico duro.

 Cuando haya crías hay que poner los comederos y los bebederos a su altura o si no les resultará imposible comer o beber.

Como ya hemos dicho, los comederos se limpiarán todos los días. Y debe limpiarse también la comida, ya que es bastante frecuente que haya excrementos ya que se suben a comer encima, e incluso dentro, de los comederos.


Los bebederos se limpiarán semanalmente. Se debe comprobar diariamente que funcionen perfectamente. Esto quiere decir que no estén obstruidos ni que goteen.

El último accesorio necesario es una “bañera” para chinchillas. Se venden algunas diseñadas específicamente para este fin. Constan de dos piezas de plástico. La inferior es el recipiente donde se coloca la arena y la superior es un marco con los bordes girados hacia el interior. Son verdaderamente útiles porque evitan que se salga la mayor parte de la arena con los movimientos de la chinchilla durante el baño. Existe todavía un modelo diseñado en forma de caseta y que es realmente más útil. La chinchilla se baña en el interior y apenas se desperdicia arena.

También pueden emplearse con este fin las bandejas de arena para gatos. Hay modelos de pequeño tamaño que son muy fáciles de conseguir. Como última opción, se puede utilizar cualquier recipiente plástico que sea profundo. Es importante asegurarse de que esté fabricado con plástico de uso alimentario, ya que así sabremos que no lleva ningún componente tóxico.




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